Tantas veces podía haber titulado mis entradas con «algo pinta mal» ¿verdad? pero si hoy le preguntara a Mr Planeta por el título a elegir el ganador sería éste.
Consulta de seguimiento tras 1º FIV con transferencia de 1 embrión y ninguno congelado:
Llegamos a la cita animados, ansiosos y preparada para una nueva eco y salir de allí llena de recetas, pero no, la cita sería muy distinta y no habría eco.
Nos tocó el ginecólogo «simpático», a su favor esta vez tengo que decir que fue muy correcto y profesional, creo, vosotros mismos juzgaréis. Desde su ordenador estuvo leyendo todo nuestro historial en pruebas, tratamientos, cancelaciones, etc…Hasta llegar a esta 1º FIV, todo parecía conforme, dice que me pincharon 12 folículos de los que sacaron 7 óvulos, lo que entra dentro de una buena respuesta por mi parte pero solo un 20% de fecundación ( lo normal suele ser un 70% o 80%) le hizo pararse en seco y cambiar el gesto.
Que no hubiera fecundación en el resto de óvulos maduros le alarma, entonces revisó de nuevo los seminogramas de Mr Planeta, ya lleva 3 y al ver que sus formas normales iban en descenso, de 3% a 2% y un 0% en el último le hace pensar que puede haber fallos en los cromosomas de los espermatozoides.
Nos habló de la posibilidad de hacer el test de fragmentación (la última vez por falta de muestra no se pudo) y realizar también la prueba de FISH, aunque los dos tenemos un cariotipo normal nos dijo que existe la posibilidad de que el fallo de fecundación venga por algún cromosoma alterado y que esto puede llevar a fallos de implantación, a abortos repetidos o a pruebas de embarazo que desvelen que hay anomalías serias.
Nos puso en duda sobre si realizar este estudio más a fondo o seguir probando ciclos, fiarnos de la casualidad o querer saber más «con la preocupación que eso conlleva» según sus palabras. Preocupación en caso de que las pruebas salgan cercanas al límite, se nos pueden cerrar las puertas y que directamente nos desaconsejen usar su muestra, no las cubra el seguro y estemos fuera de los dos intentos que nos quedan y preocupación en saber que existe esa posibilidad de alteración y vivir un embarazo en vilo en caso de lograrlo.
Por momentos nos asustaba, por momentos intentaba ponernos ejemplos que nos devolvieran el aliento, Mr Planeta creo que dejó de respirar en más de un momento y por primera vez salimos de aquella consulta con sus ojos vidriosos. No me hicieron eco y las pruebas tardan unas 3 semanas, así que la preocupación nos acompañará entre vacaciones y escapadas, reuniones familiares y rutinas del trabajo.
Creo que en estos 9 meses de camino en la reproducción asistida he ido asimilando mucho, conociendo muchos casos, madurando los posibles escenarios, pasando incluso duelos propios y ajenos, pensé que mi duelo genético lo tenía superado pero ahora me doy cuenta que soy yo misma la que no tiene tampoco superado el duelo genético de Mr Planeta, solo la sombra de la amenaza de que su muestra no sea viable me ahoga al mismo tiempo que lo ahoga a él. Ayer por primera vez creo que asumí el papel de «pilar anímico» en nuestro camino, siempre lo ha sido él sin duda aunque en la sombra pero eso no evitó dejarme sin sueño toda la noche.
Estela y su Luna 